El Retiro Es una Oportunidad para 'Gritar de Alegría'

¿Aburrido en la jubilación? ¡ERROR! ❌ Te cuento cómo mi infarto y una jubilación forzada se convirtieron en el motor de mi emprendimiento digital a los 60 años. La etimología de "jubilado" es "gritar de alegría", no "ser pasivo". Un manifiesto de resiliencia y un llamado a la acción.

Alejandro Borges

10/20/20254 min read

black and blue laptop computer
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Cómo mi jubilación se convirtió en el motor de mi emprendimiento digital a los 60 años

Este texto es un viaje al motor que puso en marcha y mantiene vivo el emprendimiento Escritor Resiliente. Se trata de una de las motivaciones principales que me empujó a encarar lo que, en principio, parecía un imposible. ¿Cómo alguien con más de sesenta años se atreve a estudiar para escribir (como narrador, no como el periodista que fui por cuarenta años), aprender marketing digital y lanzarse al mundo de las redes sociales con un canal de YouTube (@Escritorresiliente) y un sitio web (escritorresiliente.com)?

Si leo esa frase, estoy seguro de que, hace apenas un año, yo mismo me habría sumado al grupo de los que dirían que es imposible.

El Combustible Inesperado: El Mito del 'Pasivo'


Mi jubilación anticipada, provocada por un infarto, me enfrentó a una realidad que primero me sorprendió, luego me fastidió y, al final, se transformó en mi principal combustible. Tomé conciencia de una tendencia clara en el imaginario colectivo: la de definir al jubilado como una persona que ya tiene poco o nada que aportar a la sociedad, que genera un gasto, y que es el indicado para hacer las tareas que a los trabajadores —con sus vidas tan ocupadas— les falta tiempo para hacer.

Medio en broma, medio en serio, más de una vez me preguntaron si no me aburría. También me llegó el clásico comentario de que lo que me quedaba era "ir a la plaza a darle de comer a las palomas". Respeto todas las opiniones, por supuesto, pero me gustaría saber si alguien que esté leyendo este artículo nunca escuchó esa frase lapidaria.

Para confirmar que no era solo una sensación personal, hice una pequeña investigación etimológica, y el resultado fue impactante.

La Etimología de la Dignidad: Jubilado vs. Pasivo


Para referirse a las personas en retiro se utilizan indistintamente las palabras "jubilado" o "pasivo". En la cotidianidad, son sinónimos, pero sus orígenes son opuestos:

Jubilado: Proviene del verbo latino jubilare, que significa "gritar de alegría" o "lanzar gritos de júbilo".

Pasivo: Proviene del adjetivo passivus, que significa "que sufre", "que padece" o "que no actúa".

Ante esta cruda realidad, decidí tomar cartas en el asunto. Mi sensatez me dijo que no debía intentar cambiar el mundo, sino trabajar en mí mismo. Me pregunté: ¿Qué pensaba yo, a mis 30 o 40 años, de las personas que dejaban de trabajar? Comprendí, con autocrítica, que mi pensamiento no estaba muy lejano de lo que ahora me hiere. Esta definición es una premisa aceptada por gran parte de la sociedad.

Pero lo que más me sacudió fue darme cuenta de que muchos de los propios jubilados aceptaban con mansedumbre esa definición como "la única opción posible". "Ley de vida", me dijo un amigo.

Declaración de Rebeldía: El Camino del Aprendizaje


A mis sesenta y un años, y más allá de las secuelas del infarto, me sentía vigoroso. Con ganas de aprender, de superarme, de estudiar y de cumplir un sueño. Declaré mi propia revolución contra la etiqueta de "pasivo".

Comencé leyendo siete u ocho libros por semana. Y aquí hago un alto y una recomendación: es maravilloso lo diferente que es leer El Quijote de la Mancha o El Viejo y el Mar a esta edad. Es como descubrir otro mundo dentro de las páginas.

Luego vino la constancia en escribir al menos dos mil palabras por día, hacer cursos y, quizás lo más duro, contratar informes de lectura. No es fácil pagarle a alguien para que te critique, pero a la larga, es un verdadero regalo porque te permite mejorar.

El siguiente paso fue ingresar al mundo del marketing digital. Al principio me pareció física cuántica. Pero la insistencia, los tutoriales de YouTube, cursos dictados por expertos y la perseverancia me permitieron defenderme en ese campo.

Finalmente, llegó el tema más duro y que me generaba un profundo rechazo: incursionar en las redes sociales. Los expertos me hicieron entender que no bastaba con escribir de una manera aceptable, publicar el libro y hacer marketing; "sin esa tercera pata, el proyecto se te va a caer", me advirtieron. Trabajé decenas de horas. Caí decenas de veces, pero siempre me volví a levantar.

El Verdadero Éxito de "Escritor Resiliente"


Hoy tengo mi canal de YouTube y mi sitio web, construidos a puro pulmón. Muchas personas, por suerte, me felicitan por mi primer libro: ¿Qué harías? Historias reales Decisiones difíciles Vol. 1.

Estoy muy orgulloso de ese logro, pero lo que más satisfacción me dio cuando lo vi impreso y a la venta en Amazon, no fue el libro en sí mismo. Fue lo que representaba: el premio por no haber aceptado que lo único que te queda por hacer una vez que te jubilás es darle de comer a las palomas.

Les puedo asegurar que si le ponemos ganas, pasión y fuerza para seguir adelante, salir del mercado laboral no es para sufrir, padecer o no actuar. Es una oportunidad hermosa para gritar de alegría (jubilare).

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Esta historia es un ejemplo de los desafíos que abordamos constantemente en la vida: la lucha contra el ego, el peso de las decisiones difíciles y la necesidad de reconstruir para avanzar.

Si esta reflexión sobre la condición humana y la búsqueda de la autenticidad resonó contigo, te invito a adentrarte en mi primer libro.

En él, profundizo a través de catorce historias reales (ficcionadas para proteger la identidad de los protagonistas), donde la resiliencia es la única respuesta para avanzar cuando toca enfrentar decisiones que ponen a prueba nuestra esencia.



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