Liderazgo Resiliente: Cómo una Caminata Resolvió un Conflicto Laboral
Descubre el método de la 'vuelta a la manzana' para resolver conflictos laborales. Cómo aplicar el pragmatismo ético y la confianza para transformar un error grave en la lealtad incondicional de un trabajador valioso.
Alejandro Borges
12/6/20253 min read
Hola, amigos de Escritor Resiliente. Hoy voy a compartir una historia que resume mi modalidad de trabajo cuando me tocó estar al frente de equipos. El desafío era triple: mantener el buen clima, la equidad del esfuerzo y la calidad del producto.
El protagonista era un trabajador altamente especializado. La red de confianza me alertó: este hombre, en sus guardias de fin de semana, pasaba ocho horas cuando en realidad venía seis. Me molestó, porque ponía mi confianza como cómplice.
La Estrategia: "La Vuelta a la Manzana"
La Táctica de la Confianza: En lugar de convocarlo a mi oficina (un lugar de confrontación), lo invité a dar una vuelta a la manzana. Cada vez que se presentaba un tema “delicado” elegía ese ámbito fuera del edificio, pues entendía que la charla sería más "desestructurada", el peso de los roles laborales se diluiría un poco y se terminaba logrando mi objetivo de hablar de persona a persona.
Regla de la Caminata: En ese contexto le dije con total honestidad que usara los calificativos que quisiera. No me importaba si necesitaba insultarme. Que lo hiciera tranquilo. La meta principal era entenderlo, no juzgarlo.
El Desarme: "¿Vos me ves cara de tonto?"
"¿Vos me ves cara de tonto a mí, no?" Mi pregunta lo desarmó. Con firmeza, le expliqué el problema: "Me estás tratando de tonto, y me dejás como cómplice de lo que técnicamente es un robo."
Su silencio y su vergüenza reflejada en su cara ahora colorada confirmaron la verdad. Yo estaba convencido de que era una buena persona que había cometido un error grave. Le dije: "Algo en lo profundo de mi ser me dice que mantenga la esperanza de que podés tener una respuesta que me alivie. Que me haga entender por qué hiciste lo que hiciste."
La Raíz del Error y la Solución Resiliente
La Confesión: Llorando, me confesó la verdad: la lucha por la tenencia de su hija y el divorcio lo obligaron a mentirme por miedo a perder el trabajo. Todos sabíamos que la regla era que quien no podía cumplir con las ocho horas, quedaba para atrás y otra persona tomaba el turno.
La Propuesta de "Ganar-Ganar-Ganar": Tras la confesión me tomé unos segundos. Él bajó la cabeza y sentí que ya estaba pensando en buscar un nuevo empleo. Supuse que pensó aquello que suelen decir los abogados: “a confesión de parte, relevo de prueba”.
Pero yo estaba pensando en buscar una salida beneficiosa para todos. Sabía que lo que hizo no estaba bien, pero sin embargo entendí que lo llevó a tomar esa mala decisión. A todo esto, no había forma de que el dinero de las horas pasadas demás debería ser reintegrado.
Solución al Problema: Para superar la situación, le dije que hablaría con el encargado de los días que él haría turno, para que se oficializara que él trabajaría seis y no ocho horas, así podía estar con su hija y no perderse la jornada laboral, hasta que el tema de fondo (de la tenencia) se regularizara.
Solución sobre las horas pasadas demás (Pragmatismo Ético): Le informé entonces que el dinero "prestado" sería descontado en tres cuotas iguales durante los próximos tres meses, mismo tiempo durante el cual él había estado pasando horas demás. Asumí que descontarle todo de una vez lo hubiera desestabilizado y a la postre afectaría su rendimiento en el trabajo.
Reflexión Final: Pensar en la Persona, No en el Número
El éxito de esta historia no fue que yo fuera "el bueno de la película", sino que fue un movimiento de ganar-ganar-ganar:
Ganó él: Mantuvo su trabajo, su dignidad, y su lealtad se disparó.
Ganaron los Compañeros: Se recuperó el clima laboral y la equidad del esfuerzo.
Ganó la Empresa: Mantuvo un trabajador experto sin costos “adicionales”.
Esa vuelta a la manzana, me permitió hacer honor al consejo que me dieron los jerarcas de la empresa cuando me incorporaron: "Acá trabajan personas. No son números. Nunca te olvides de eso."
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🤝 Lidera con Pragmatismo Ético: No Somos Números
La clave para resolver cualquier conflicto es recordar que trabajamos con personas, no con números. La resiliencia es el camino para aplicar el pragmatismo ético, transformar un error grave en lealtad incondicional, y buscar siempre una solución Ganar-Ganar-Ganar.
Si buscas las historias reales que forjaron esta filosofía de liderazgo humano y la capacidad para enfrentar decisiones difíciles con autenticidad, mi libro ahonda en esta enseñanza.
