No es difícil. Es mucho más que eso. El poder de no esperar nada

Muchos dicen que emprender es difícil, pero la realidad es mucho más cruda. Descubrí por qué el secreto de la resiliencia después de los 60 no está en el éxito inmediato, sino en el poder de no esperar nada y seguir luchando.

Alejandro Borges

12/20/20253 min read

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No Es Difícil, Es Mucho Más que Eso

El Poder de no Esperar Nada

Hola amigos de Escritor Resiliente.

Al momento de escribir este artículo, estoy haciendo el balance de un día más en esta aventura. Vista desde fuera, parecería que todos los astros se alinearon para no dar una sola noticia concreta "positiva".

No tuve visitas ni clics en las plataformas de venta, no vendí ningún ejemplar de manera directa, y he tenido que pasar a la columna de "incobrables" varios libros entregados a amigos y allegados. No se trata de mala voluntad; es la cruda realidad de que cada persona está metida en su mundo y se ha olvidado. En realidad, valoro más su buena voluntad de ayudarme, y el resto lo considero algo azaroso.

Lo cierto es que, entre una y otra cosa, cada vez se aleja más la posibilidad de financiar la publicación de mi segundo libro y así comenzar a mover la bola de nieve de este emprendimiento.

Supongo que muchos de ustedes piensan que me estoy desahogando ante lo que sería un mal día. Sin embargo, no es así. Para mí, la óptica es completamente diferente.

¿Por Qué el Camino del Éxito NO es Solo "Difícil"?

Las personas exitosas, cada vez que hablan de su historia, suelen contar que tuvieron que recorrer un camino lleno de dificultades, contratiempos y obstáculos. Y estoy seguro de que son sinceros. Pero la realidad es que se quedan cortos: no es difícil, es mucho más que eso.

La verdad es que nos enfrentamos a una lista interminable de antagonistas:

  • Barreras y obstáculos sistémicos.

  • Mala vibra e indiferencia.

  • Estructuras armadas para no dejar avanzar a los nuevos.

  • Algoritmos que premian a los ya consolidados.

Toda esa lista de elementos negativos que enumeré no dependen de mí. Son decisiones de otros o sistemas preconcebidos donde no tenemos espacio los nuevos o los innovadores. Respecto a eso, tengo poco o nada que hacer. No voy a cambiar el mundo.

La Estrategia Antagónica: Enfocarse en la Acción Propia

Lo que sí puedo hacer es cambiar yo. Buscar nuevas oportunidades. Si no las hay, generarlas. Y probar una, dos, tres y mil veces si hace falta.

Mi visión es contraria a esa postura victimista. Lejos de sentirme deprimido o decepcionado por las métricas de hoy, estoy orgulloso de seguir invirtiendo mi energía en perseguir sueños.

Hoy ejecuté un plan que muchos calificarían de locura, pero que para mí es la demostración de la resiliencia en acción. Quería llevar mi resiliencia (la mental, la del escritor) al terreno de lo físico.

Pensé: los cardiólogos siempre subrayaron que una de las razones por las que sobreviví al infarto fue mi buena condición física. Si con el libro ya pude demostrar que un jubilado no está anulado para aprender e innovar, ahora quiero hacerlo desde el punto de vista físico. Por eso, me atreví a presentar mi historia a una empresa de indumentaria deportiva internacional para promocionar aquello de que "el deporte es salud" en la tercera edad.

El Poder de Cero Expectativas (La Fuente de mi Calma)

No tengo idea si el responsable de la empresa de vestimenta deportiva pensará que es una buena idea promocionar con mi historia, o si de acuerdo a sus políticas de marketing lo último que quieren es asociar su marca a una experiencia como la mía.

Lo más importante para mí es que no tengo ninguna expectativa con respecto a la propuesta. No me sorprendería que les guste la idea ni tampoco que ni siquiera me contesten.

¿Saben por qué? Porque lo importante aquí no es el resultado. Lo valioso es el seguir intentando que mi emprendimiento se desarrolle.

Aquello que ya he mencionado varias veces, citando al Maestro Tabárez, es la verdad absoluta: "La recompensa es el camino."

Hoy me siento contento porque entendí que no se trata de luchar para vivir, sino de vivir luchando. Y mientras siga luchando, seguiré siendo un Escritor Resiliente.